Por Angel de Brito; Infobae.com
Diego Leonardi, uno de los integrantes de GH 2007, ha demostrado que a veces la tevé puede ser un medio poco educativo. Conozca todas las "repulsivas perlitas" que hacen a su triunfo pender de un hilo…
Los concursantes del reality show Gran Hermano 2007 suelen olvidarse de que participan en un juego de convivencia y que los actos que realizan pueden afectar al resto de sus compañeros. Y lo que menos tienen presente es que sus acciones son transmitidas en directo, veinticuatro horas, por un medio público como es la televisión.
Un claro ejemplo de esto es Diego Leonardi, quien traspasa los límites del buen gusto no solo por su lenguaje sino también por sus acciones. Si bien ya es casi una costumbre verlo escupir en el pasto del patio de la casona ubicada en el barrio de Martínez, en ocasiones ha hecho esto mismo dentro del SUM (Salón de Usos Múltiples) y hasta en las propias habitaciones donde sus competidores descansan o caminan descalzos.
"Algo en tu cara me fascina, algo en tu cara me da vida...", profesa la letra de Tu sonrisa, canción de Elvis Crespo, "Será mi porong...., será mi porong....", terminó de completarla Leonardi una noche en medio de un baile alocado.
Pero también Diego ha sabido deleitar a los espectadores relatando sus desventuras escatológicas: "Una vez me hacía ruido la panza y también la puerta del o..., como si me quisiera tirar un p..., y cuando fui al baño era como una canilla".
"Me comí unos bocaditos de momia", aseguró Leonardi luego de abandonar el sanitario de la casa más famosa del país tras hacer sus necesidades.
Según afirman los que intervinieron en el show, adentro de la casa todo se agranda y el estar alejado de los seres queridos puede afectar demasiado. Por supuesto que los sentimientos por las personas que aman afloran en todo momento. Es por eso que Leonardi, extrañando a su mujer Nancy, le dedicó unas palabras un tanto carentes de romanticismo: "Cuando salgo de acá te chupo el o..., mamita".
"Las ves todo el día medio en bolas, se les salen los pelos por el costado de la bombacha, que no me calienta nadie…", ha expresado Diego sobre lo que le provoca a él compartir las veinticuatro horas con tantas mujeres que a veces se pasean por las instalaciones del lugar en ropa interior o se visten provocativamente para ponerle calor a las noches temáticas.
Eso sí, también ha sabido halagar a sus pares femeninas como cuando le expresó a Silvina Scheffler: "Mamita, vos con la gimnasia que hacés debés tener re duro el 'cortachurros'…".
De su pasado, Diego recordó a una ex novia que un día vino a plantearle que estaba embarazada y, según sus propias palabras, él le respondió: "No puede ser si yo siempre te hago el... (sexo anal)". También tuvo la oportunidad de contarle al resto sus padecimientos de antiguas relaciones, ya que luego de "acostarse" en dos oportunidades con "una mina muy roñosa", tuvo sífilis y que esa vez le quedó "colorada la punta".
El repertorio de guarangadas es de lo más variado y las acciones ordinarias sumadas a los eructos, gases y escupitajos completan la función. Un espectáculo demasiado bizarro que por momentos invita a cambiar de canal.
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